Los partos en casa son más económicos que los hospitalarios.

Hace pocos días nos sorprendía este artículo en Canarias 7: 

La sanidad pública ahorraría costes si sumara a su oferta el parto en casa


Al final algo bueno nos va a traer la crisis....

Hoy en día si una mujer quiere parir en casa le supone un desembolso personal entre 1.500 y 3.000 €. ¿Y el parto hospitalario cuanto le cuesta a la sanidad pública? 

Tengo entendido que las facturas de Hospiten rondan los 6.000 € y en los Hospitales Universitarios para personas que no les corresponde por tener Muface (por ejemplo) es como mínimo 4.000 €... pero claro, si sólo sumamos los 400 € por noche (entre 2 y 3 estancias por ingreso), más la oxitocina, el anestesista, el suero... y demás... se monta en una cantidad importante... pero entonces podríamos decir que el parto en casa puede resultar más rentable que el hospitalario. 

Esta modalidad lleva años integrada en la Seguridad Social de varios países europeos. Es el ejemplo de Holanda, donde el parto que cubre la seguridad social es en casa y el hospitalario es por necesidad (cesáreas, enfermedad, complicaciones...) Por contra, si una embarazada con parto normal quisiese parir en el hospital lo tiene que costear ella misma.

Pero si eso sucede en Holanda, un país avanzado y culto, por qué aquí en España se habla tan mal del parto en casa. Continuamente se alerta de su riesgo y del sufrimiento innecesario al que se expone al bebé. Cuando es todo lo contrario. Un parto en casa nunca se provocará, no tiene tiempos ni protocolos, el bebé nace cuando lo pide y necesita.

Para que se de un parto en casa se deben cumplen unos requisitos mínimos que según el profesional pueden cambiar pero suelen coincidir en:
- Mujer sana
- Embarazo normal sin complicaciones
- Edad (depende del profesional) mayor de 18 años y menor de 42 años.
- Postura cefálica.
- Distancia máxima de 20-30 km al hospital más cercano.

Si se cumplen estas condiciones, el parto en casa es tan seguro como el hospitalario.

Aunque el fondo de nuestra discusión no debería ser de números sino de derechos. Cada mujer debería tener derecho a elegir donde y como quiere parir, pensando en ella y en su hijo.

Por mi propia experiencia puedo asegurar que es un momento bello, intenso y mágico que nadie nos debería poder acelerar, manipular, ni robar, porque es la situación más pura e instintiva que nos ha regalado la naturaleza y a veces sólo se vive una vez.

Gracias a asociaciones como nacer en casa (http://nacerencasa.jimdo.com/) o el parto es nuestro (http://www.elpartoesnuestro.es/) se está luchando por nuestros derechos, aunque queda mucho por lograr... seguimos en el camino.